COMBATIENDO CON LA LLAMA DE AMOR: CARTA No.3

Queridos hermanos: El Sr. Jorge, de Colombia pregunta si está aprobada la Llama de amor por la Iglesia. Debemos estudiar el proceso de nacimiento y desarrollo de esta gracia. Leamos los textos del Diario: El 13 de abril de 1962 la Virgen María habla por primera vez de su Llama de Amor como de un nuevo instrumento que Ella “quisiera poner en nuestras manos”. Dice a Isabel: “Les pido encarecidamente que lo acepten con gran comprensión”. Después habla de “doce sacerdotes” elegidos por Jesús quienes “serán los más dignos de cumplir Mi petición”. Más tarde: “Con esta Llama llena de gracias que de Mi corazón les doy, enciendan todos los corazones en todo el país pasándola de corazón a corazón”. El 15 de abril le pide a Isabel que invite a los sacerdotes carmelitas de la casa K… para que sean los primeros en recibir la Llama de Amor debido a su gran amor y celo por la Virgen. Uno de estos sacerdotes que Ella llama “mi querido hijo” tendrá la misión de propagarla entre los doce sacerdotes escogidos por Jesús.

Una vez que éstos la hayan recibido y reunido “comenzarán simultáneamente en doce templos a Mí dedicados, esta devoción”. Allí los fieles recibirán la “vela encendida” y la llevarán a su casa …”y comiencen la oración en familia con ese mismo rito”. El 20 de abril Jesús le dice: “Apresúrate a pasar la Llama de Amor de mi Madre para que así se aparte del país la mano castigadora de Mi Padre”. El 30 de abril, María Santísima le dice a Isabel: “Di a quienes incumbe (los sacerdotes) que no tengan miedo de confiar en Mí. Con mi manto maternal Yo misma les defenderé. Que en los ocho santuarios más concurridos del país y en cuatro Iglesias a Mí dedicadas en la capital comiencen simultáneamente esta devoción: la entrega de mi Llama de Amor”. Con fecha del 1 de Agosto de 1962 la Virgen dice: “Ruego al Santo Padre que tengan ustedes la fiesta de la Llama de Amor de mi Corazón el día 2 de febrero, fiesta de la Candelaria. No deseo una fiesta especial”. El 31 de Agosto le dice: “Hay que llevar mi Llama de Amor al otro lado del mar”.

El 3 de setiembre Isabel recibe esta orden: “Comunica mi deseo a tu guía espiritual, que a su vez, haga llegar mi Causa al “Primer Obispo del País, y luego al Romano Pontífice, Vicario de mi Santo Hijo en la Tierra”. El 12 de Diciembre de 1962 Isabel lleva las comunicaciones de María al Sr. Obispo, quien la recibe muy amablemente, la bendice y la anima a continuar en su misión. Durante todo este tiempo Isabel ha de luchar contra los ataques del Maligno y las incomprensiones de varios sacerdotes que no comprenden la gracia de la Lama de Amor. El 27 de marzo de 1963 Jesús le pide que vaya nuevamente donde el Obispo y le entregue un documento dictado por Él mismo. Bajo la vigilancia de las autoridades religiosas, Obispo y sacerdotes, la Llama de Amor se fue extendiendo en Hungría. Isabel fue dos veces a Roma con su director espiritual para llevarle al Santo Padre las comunicaciones de Jesús y de María sobre la gracia de la Llama de Amor. Desde entonces la Santa Sede sigue atentamente el desarrollo de esta devoción en toda la Iglesia esperando que llegue el momento de darle la Aprobación Pontificia.

La Llama de Amor se ha ido extendiendo gradualmente y numerosas Diócesis la han acogido dándele aprobación “Diocesana”. El Cardenal Peter Erdó, primado de Hungría la aprobó oficialmente para su jurisdicción. La Iglesia tiene un proceso gradual para aprobar las devociones don un documento pontificio. Este proceso dura un cierto número de años hasta que la devoción se haya extendido de una manera significativa y dado frutos probados en la Iglesia Universal. La respuesta es que a nivel Diocesano la Llama de Amor ha sido aprobada por numerosos obispos. Dentro de un tiempo no especificado será aprobada a nivel Pontificio, es decir universal. Como una devoción que está en armonía con las enseñanzas tradicionales de la Iglesia en el terreno dogmático y moral los fieles la pueden practicar sin ninguna duda de manera privada. La práctica diocesana pública depende de cada Obispo. Nos toca a nosotros promover de tal manera la Llama de Amor que se cumplan los requisitos que Roma pone para dar una aprobación pontificia.