CARTA No.117: ¿Podría explicarme en qué consiste la batalla a la que se refiere la Virgen?
Carlos de San José, Costa Rica dice: estoy leyendo el Diario Espiritual. El 19 de Octubre de 1962 la Virgen dice a Isabel:¡Entren en la batalla, los vencedores seremos nosotros! ¿Podría explicarme en qué consiste la batalla a la que se refiere la Virgen?
Respuesta: Reflexionando sobre esta pregunta encuentro que la Virgen nos plantea a través de la vida de Isabel Kindelmann varios campos de batalla contra Satanás. En primer lugar la lucha contra nosotros mismos. Este combate se libra dentro de nuestro corazón. Cada bautizado y cada ser humano, tiene que luchar contra sus malas pasiones y los ataques que el Demonio le dirige para apartarlo de Jesucristo. En segundo lugar se da el combate de la familia contra los ataques que Satanás le hace para destruirla. Creo que hay un tercer combate de los miembros de cada parroquia (o diversas comunidades cristianas) contra las estrategias que los espíritus malignos emplean para impedirle que sea presencia de Cristo allí donde está establecida. Considero que hay un cuarto combate de la Iglesia Universal contra las fuerzas satánicas que quieren impedirle ejercer su misión de ser sal y luz de la tierra. Es un solo y mismo combate en diversos niveles. Desde el nivel personal, individual hasta el nivel planetario. María dice que no hay lugar inaccesible para Satanás. Igualmente no hay lugar donde la Llama de Amor no pueda llegar para destruir el reino de las tinieblas.
La Virgen nos empuja al combate: ¡Entren en la batalla! Nos promete la victoria: ¡Los vencedores seremos nosotros! Ella se queja de nuestra pasividad. Ella habla del “dominio de Satanás sobre las almas”. Es necesario que vayamos estudiando las enseñanzas de Diario sobre el combate en cada uno de esos cuatro niveles. Cada persona debe combatir contra Satanás dentro de su propio corazón; cada familia (todos unidos) deben hacerlo en el interior del hogar; en cada parroquia u organización cristiana los miembros deben estar conscientes de los ataques demoníacos para enfrentarlos como comunidad; la Iglesia universal debe organizarse como un ejército para hacer frente a las estrategias diabólicas que están llevando al mundo entero a rechazar a Jesucristo. Es interesante darnos cuenta de que quien está al frente de estas batallas es la misma Virgen con su Llama de Amor. “Mi amor que se derrama, hará explotar el odio satánico que contamina el mundo, a fin de que el mayor número de almas se libren de la condenación”. “Pónganse a trabajar, no sean ociosos! Yo les ayudaré de una manera casi milagrosa y mi ayuda va a ser continua. ¡Confíen en Mí! Actúen urgentemente. ¡No posterguen mi Causa para otro día!” (DE. 19-10-1962).
Creo que uno de los méritos más grandes de este mensaje de la Llama de Amor es el de enfrentarse a la corriente racionalista y materialista que está cegando los ojos de la humanidad. Niegan la existencia de la Vida Eterna. Niegan la divina Revelación. Niegan a Jesucristo Dios y Hombre verdadero, redentor de los hombres. Niegan la existencia de Satanás y del infierno. Todo lo reducen a la vida terrenal. Con la muerte se acaba todo. Ese es el combate del maligno: cegar nuestros ojos, especialmente cegar a los bautizados en Cristo. Para vencer esta estrategia diabólica es necesario cegar los ojos de Satanás. Ese es el objetivo operativo de la Llama de Amor: volver ciego al Demonio. “Mi Llama de Amor cegará a Satanás en la misma medida en que ustedes la propaguen en el mundo entero….la Llama de Amor de mi Corazón hace milagros en los profundo de los corazones” (DE 19-10-1962). Por allí debemos comenzar: que cada uno conozca el mensaje del Inmaculado Corazón de María y comience a ponerlo en práctica a nivel personal. El primero y más importante combate es el que se da a nivel individual, en el corazón de cada persona. Una vez que María reina en el alma de una persona el combate está ganado. Se inicia el reguero de pólvora porque ese corazón incendiará a miles de corazones.