CARTA No.93: ¿No podría hacernos un esquema que nos ayudara a captar mejor las enseñanzas del Diario?

Cecilia de Bogotá, Colombia, responde: “sinceramente le agradezco su respuesta. Me tranquiliza saber que Dios y la Virgen no me van a exigir más allá de mis posibilidades y me van a ayudar a vivir la Llama de Amor. Tengo una petición: Me cuesta leer el Diario porque no encuentro en él un orden. Va relatando lo que le pasa a Isabel, pero no es una enseñanza sistemática, ordenada. ¿No podría hacernos un esquema que nos ayudara a captar mejor las enseñanzas del Diario?

Repuesta: Tienes razón. Nos gustaría tener algo así como un manual en el que todas las enseñanzas sobre la Llama de Amor estuvieran ordenadas sistemáticamente. Sería más fácil. Sin embargo debemos tener en cuenta que el Diario es fruto de la vida de una atareada madre de familia abrumada por los problemas de cada día. Es como una mina de diamantes. Hay que buscarlos y después pulirlos para engastarlos y hacer con ellos una joya preciosa. Creo que con el tiempo se podría ir ordenando, como tú dices, todas esas enseñanzas. Trataré, en la brevedad de estos comentarios, de señalar los puntos más importantes que puedan ayudar a los padres de familia a situarse en la práctica de la Devoción a la Llama de Amor. No es fácil, pero intentémoslo. Necesitamos un eje o un hilo conductor que enhebre todas las enseñanzas dirigiéndolas hacia un objetivo. Me parece que el “Creo en Dios” (el Credo) es el apropiado para dar unidad a todos los episodios circunstanciales de la vida de Isabel. El Credo marca al inicio y la finalidad de la existencia del hombre según la fe en Jesucristo que Isabel profesa: “Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, creador de cielo y tierra…..espero la resurrección de los muertos y la vida eterna”.

Ese es el marco espiritual en el que transcurre la vida de Isabel. Cree en Dios y espera la Vida Eterna. Esto explica el por qué de su conducta. Ella cree en la Vida Eterna y por lo tanto trabaja heroicamente para conseguirla bajo la dirección de Jesús y de María. Dentro de este proceso tenemos tres motivaciones fundamentales que son las virtudes teologales que serán como el motor de su vida: la Fe, la Esperanza, la Caridad. Habría que explicar cada una y verlas actuar en la vida de Isabel. Dentro de la proyección de las virtudes teologales deberíamos ver la acción del Espíritu Santo por medio de sus dones: Sabiduría, Entendimiento, Consejo, Fortaleza, Ciencia, Piedad y Temor de Dios. Los siete dones producen doce frutos: Caridad, gozo, paz, paciencia, longanimidad, bondad, mansedumbre, fe, fidelidad, modestia, continencia, castidad. Todo este organismo nos lleva a vivir con perfección los mandamientos de la Ley de Dios.

El segundo artículo del Credo nos habla de Jesucristo Dios verdadero e Hijo de María y de su obra redentora. Aquí está implicada la Maternidad Espiritual de María sobre la Iglesia y la entrega de la gracia de la Llama de Amor a Isabel para que luche victoriosamente contra Satanás. Jesús es la Llama de Amor que en Isabel ciega a Satanás. Si tenemos en cuenta estos elementos fundamentales de la revelación cristiana podremos entender mejor las motivaciones que impulsan la vida de Isabel Kindelmann. Entenderemos mejor el sentido y la importancia que tiene esta gracia mariana para la Iglesia y para la familia en estos últimos tiempos. La Llama de Amor tiene como último sentido la Vida Eterna por medio de la santificación de cada individuo en el seno de la familia en la que la divina providencia lo hizo nacer. Trataré en los próximos días de explicar algunos de estos elementos para que comprendamos mejor la trascendencia que tiene esta devoción que María Santísima nos da para ayudarnos a cumplir nuestro destino.

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