LOS SACERDOTES NECESITAN QUE SE ORE MUCHO POR ELLOS

En la Espístola a los Hebreos se nos explica que el sacerdocio del Antiguo Testamento terminó su misión en el plan de Dios con el Sacrificio de Jesús en la Cruz. Hay un sólo mediador entre Dios y los hombres: Jesucristo. Un sólo Sumo y Eterno Sacerdote. Nos damos cuenta de que ninguna persona por sabia, noble, santa y perfecta que sea humanamente hablando puede con sus propias fuerzas vivir en plenitud el Misterio del Sacerdocio de Cristo.

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