María Santísima está pidiendo el ayuno y la oración.
El proceso de convertir a la propia familia en un SANTUARIO en el que Jesucristo sea el Dueño y Señor de todo es un camino «penitencial», es decir es un camino de «despojamiento» y de «renuncias». El Señor invita en primer lugar a los padres de familia a renunciar a hacer «la propia voluntad» para asumir y hacer la «voluntad de Dios». Esto sin ninguna duda comporta una gran «penitencia».
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